TERCER PUENTE

Como dije anteriormente no había anticipado que la travesía de los puentes se iban a ir dificultando a medida que los fuera cruzando, al empezar mi caminata por este nuevo puente ya iba preparada a que hubieran inconvenientes que no estuvieran previstos pero si esperados.

Al empezar a caminar, estuve segura de empezar con el pie derecho, pero quizá por mi precaución o el temor a lo inesperado hubieron hoyos en el puente que no se habían reparado, y éstos me hicieron caer por poco hasta el fondo del río; puedo comparar este puente igual a uno de esos colgante que aunque evites el peligro no deja de balancearse de un lado a otro, sin embargo mi voluntad de llegar a la otra orilla me hicieron reaccionar y poder llegar a la planicie del valle.

Estoy segura que teniendo voluntad auténtica se puede llegar lejos aunque con limitaciones. La voluntad es una palabra mágica sinónima de tenacidad, firmeza, empeño, constancia, perseverancia y muchas otras tantas palabras que se asocian a ella.

La voluntad nos hace poder usar nuestros cuatro sentidos si hemos perdido uno; éstos se agudizan para poder reemplazar la carencia del desaparecido ya sea temporal o permanente; a los sentidos los comparo yo como a unos hermanitos muy unidos que se ayudan entre sí; deberíamos de tomar ejemplo de ellos. La voluntad nos hace escalar montaña, realizar los sueños, no claudicar a los obstáculos que se presenten, no rechazar los retos por mucho que nos parezcan inaccesibles.

JESÚS, EL MAESTRO DE LOS MAESTROS DIJO: "Venid a mí los hombres de buena voluntad". Lo dijo porque deseaba que se acercaran a ÉL hombres "voluntarios y libres" NO "voluntariosos y arbitrarios"; "espontáneos y facultativos" NO "caprichosos y obstinados". En esa forma consiguió formar su docena de Apóstoles.

Con todo eso en mente voy a cruzar el cuarto puente, espero que ahora a la mitad del camino siga con la energía y voluntad de cruzar los seis puentes que me han sido asignados.

Memorias de BriznaDpaz

Mayo 11, 2010