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CAMINANDO POR EL JARDíN
Paso a paso voy caminando y recorriendo mi jardín, miro unas flores esplendorosas que adornan y alegran mi corazón, también miro otras deshojándose, marchitando, algunos pétalos y hojas en el suelo, tristemente llegando al fin de su existencia.
De pronto, mis pies tropezaron con una piedra muy pequeña pero que me hizo tambalea y entonces me dije, qué cosa tan extraordinaria, una piedrita de este tamaño me ha hecho perder el equilibro y no solamente eso…, hizo que mis ojos la miraran; de otro modo hubiera pasado sin siquiera fijarme en ella.
Seguí mi recorrido, y mi mente empezó a preguntarse cuál es el sentido de la vida; no me gustó lo que en esos momentos pensé: los humanos como las flores, nacemos, crecemos, y morimos; los humanos igual que esa piedra…, tenemos a veces que hacer ruido para ser escuchado; y en otras, no importa nuestro aleteo o nuestro grito, nadie repara en nuestra presencia. Pasamos desapercibidos y el único eco recibido es el silencio.
En mi recorrido tuve una sorpresa, esta vez no era una piedra, era una rosa bellísima, roja aterciopelada, su color rojo era tan intenso que casi algunos pélalos parecían de color negro, es la primera rosa de un rosal plantado hace menos de un mes; bella salvaje y al natural.
Pensativa me pregunté:
--¿la corto o le dejo que se marchite en su tallo?---
No pude resistir la tentación y la corté; es posible que sobreviva otro mes y después de marchitarse, la pueda conservar en su estado rígido y eterno.
Pero antes de cortarla; como es mi hábito hacerlo, quise plasmar su porte en el papel, una fotografía para el recuerdo y aquí está, radiante y bella.
Comenzar es vivir
BriznaDpaz
Mayo 06, 2007
Paso a paso voy caminando y recorriendo mi jardín, miro unas flores esplendorosas que adornan y alegran mi corazón, también miro otras deshojándose, marchitando, algunos pétalos y hojas en el suelo, tristemente llegando al fin de su existencia.
De pronto, mis pies tropezaron con una piedra muy pequeña pero que me hizo tambalea y entonces me dije, qué cosa tan extraordinaria, una piedrita de este tamaño me ha hecho perder el equilibro y no solamente eso…, hizo que mis ojos la miraran; de otro modo hubiera pasado sin siquiera fijarme en ella.
Seguí mi recorrido, y mi mente empezó a preguntarse cuál es el sentido de la vida; no me gustó lo que en esos momentos pensé: los humanos como las flores, nacemos, crecemos, y morimos; los humanos igual que esa piedra…, tenemos a veces que hacer ruido para ser escuchado; y en otras, no importa nuestro aleteo o nuestro grito, nadie repara en nuestra presencia. Pasamos desapercibidos y el único eco recibido es el silencio.
En mi recorrido tuve una sorpresa, esta vez no era una piedra, era una rosa bellísima, roja aterciopelada, su color rojo era tan intenso que casi algunos pélalos parecían de color negro, es la primera rosa de un rosal plantado hace menos de un mes; bella salvaje y al natural.
Pensativa me pregunté:
--¿la corto o le dejo que se marchite en su tallo?---
No pude resistir la tentación y la corté; es posible que sobreviva otro mes y después de marchitarse, la pueda conservar en su estado rígido y eterno.
Pero antes de cortarla; como es mi hábito hacerlo, quise plasmar su porte en el papel, una fotografía para el recuerdo y aquí está, radiante y bella.
Comenzar es vivir
BriznaDpaz
Mayo 06, 2007
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