CINCO AÑOS DESPUéS
Han pasado más de cinco años y Dios ha querido que yo siga escribiendo, que siga cantando mis veros dando gracias al cielo porque mis ojos miran la luz del sol cada mañana, y porque mi cuerpo vive y sobrevive la angustia y sobresaltos de cada día.
Cada vez más aprendo a vencer el miedo, pero si quiero ser sincera, diría que muchas veces me ha vencido y he tenido que hacer un gran esfuerzo para levantar de nuevo mi espíritu. Pero aquí estoy, el tiempo ha transcurrido lento, silencioso, sin embargo me parece que fue ayer, cuando por primera vez sentí esa fuerza arrolladora que nos aplasta y nos hace sentirnos tan pequeños, frágiles como una pluma que con el menor soplo vuela y se pierde en el infinito.
Han pasado ya más de los cinco años y fervientemente pido al cielo que me conserve como hasta hoy, que me enseñe a disfrutar de la vida sin sentirme culpable de seguir viviendo, cuando he visto sucumbir a otros frente a ese terrible e invisible enemigo.
En este mes de Diciembre, mes de los colores y mes de la reflexión, doy gracias a ese Ser Supremo por darme la segunda oportunidad de sentirme viva y contemplar el cielo.
Las experiencias principalmente las que nos dejan una huella profunda en nuestra alma; cambian nuestra actitud y el modo de ver la vida, nos enseñan a entender que la vida es como una joya prestada que no sabemos por cuanto tiempo podemos lucirla, por lo tanto, hay que disfrutar los momentos en que la llevamos puesta, pues en cualquier momento podemos perderla.
¡Bendito Dios! Gracias.
Memorias de BriznaDpaz
Diciembre 18, 2008
Han pasado más de cinco años y Dios ha querido que yo siga escribiendo, que siga cantando mis veros dando gracias al cielo porque mis ojos miran la luz del sol cada mañana, y porque mi cuerpo vive y sobrevive la angustia y sobresaltos de cada día.
Cada vez más aprendo a vencer el miedo, pero si quiero ser sincera, diría que muchas veces me ha vencido y he tenido que hacer un gran esfuerzo para levantar de nuevo mi espíritu. Pero aquí estoy, el tiempo ha transcurrido lento, silencioso, sin embargo me parece que fue ayer, cuando por primera vez sentí esa fuerza arrolladora que nos aplasta y nos hace sentirnos tan pequeños, frágiles como una pluma que con el menor soplo vuela y se pierde en el infinito.
Han pasado ya más de los cinco años y fervientemente pido al cielo que me conserve como hasta hoy, que me enseñe a disfrutar de la vida sin sentirme culpable de seguir viviendo, cuando he visto sucumbir a otros frente a ese terrible e invisible enemigo.
En este mes de Diciembre, mes de los colores y mes de la reflexión, doy gracias a ese Ser Supremo por darme la segunda oportunidad de sentirme viva y contemplar el cielo.
Las experiencias principalmente las que nos dejan una huella profunda en nuestra alma; cambian nuestra actitud y el modo de ver la vida, nos enseñan a entender que la vida es como una joya prestada que no sabemos por cuanto tiempo podemos lucirla, por lo tanto, hay que disfrutar los momentos en que la llevamos puesta, pues en cualquier momento podemos perderla.
¡Bendito Dios! Gracias.
Memorias de BriznaDpaz
Diciembre 18, 2008
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