PRIMER PUENTE

El entusiasmo por escribir no se me ha quitado, desafortunadamente las energías y el tiempo para hacerlo me han faltado; sin embargo haciendo un pequeño esfuerzo hoy he querido no dilatar más el momento de poder poner en letras mi sentir de los últimos días.

Hace algunos días empecé un camino que aunque aparenta no ser tan largo, si es dificultoso el caminar en él debido a los puentes que hay que atravesar. Podríamos llamarlos: "los puentes de la esperanza". Ayer he terminado de atravesar el primer puente que era el más aprensivo por tener tantas ranuras las cuales no se sabía si eran seguras de pisar, afortunadamente caminé con facilidad teniendo la seguridad de que estaba preparada para no dar un paso en falso; y así fue, lo atravesé y me siento con nuevas energías para empezar la travesía del segundo puente.

Creo que han sido días en que la ansiedad ha sido el plato principal de cada día, seguido de la esperanza de recuperación, he descubierto nuevos misterios que encierra la vida; entendido que la compasión cuando es compartida, nos hace menos difíciles los momentos sombríos en los que solamente nos encontramos: "nosotros y el silencio".

No quiero protestar ni rebelarme, estoy satisfecha hasta este momento y quiero seguir pensando positivamente, pero en este día de Abril añoro tanto el no caminar libremente por mi jardín y disfrutar de esta preciosa primavera. Añoro el no poder hacer tantas pequeñas cosas que cuando la vida nos sonríe no le damos importancia.

Me siento como si estuviera dentro de una gran burbuja que flota en el aire junto con otras tantas, unas son más bonitas que otras, y otras más delicadas que algunas. Juntas vamos flotando y cuidadosamente fortaleciendo la burbuja para que no se rompa antes de lo que se está planeado, vamos creciendo dentro de esta burbuja y acumulando fuerzas para cuando el día llegue en que deliberadamente la rompamos, sintamos que hemos vuelto a la vida, que nuestros sentidos vuelven a tener olfato y tacto y que nuestra mente se ha librado de tanta ponzoña en que en muchas ocasiones nos hizo vacilar y no coordinar nuestros pensamientos.

Se dice que todo tiene una razón de ser y un por qué. Yo diría que todo ser humano tiene un tiempo en que necesita reflexionar "en esa razón de ser y el motivo del por qué", creo que este es mi tiempo y voy a aprovecharlo.

Memorias de BriznaDpaz

Abril 24, 2010